Super Monkey Ball 3D

Hemos podido conocer a los cuatro monos, Aiai, Meemee, Gongon y Baby durante los años, pero últimamente han perdido gas. Y parecieron caer en lo más bajo con Super Monkey Ball: Step & Roll, donde ibas equilibrándote por el camino de los niveles con la Wii Balance Board. Lo que solía ser un party game súper divertido se convirtió en una tortura. Pero SEGA parece haber tomado nota de la opinión de los jugadores, y con Super Monkey Ball 3D la calidad de la experiencia de juego vuelve a ser protagonista.

Controlar el juego con el circle pad funciona muy bien. Mueves a tu mono bola por pistas al ritmo que te sientas cómodo para conseguir esquivar obstáculos. Los últimos juegos de la serie empleaban guías para ayudar al jugador y permitirle sentirse más seguro. Por suerte, el desafío aún está ahí, los huecos y las cuestas exigen nuestra máxima atención. Hay unos 70-80 niveles a completar en el modo historia, y por lo que probamos, la habilidad estaba por encima de los elementos de suerte.

El diseño de niveles y presentación se acerca bastante a los dos últimos títulos de Wii. Aunque los gráficos mantienen su color, el uso de tonos pastel es más comedido y no tan chillón. Siguiendo con el control, aparte del circle pad podemos jugar con el sensor de movimiento, pero como pasaba con la Balance Board parece menos apropiado para el trabajo. No es sólo cuestión de precisión, sino que además la función 3D es incompatible cuando juegas con movimientos. Para que el efecto 3D funcione debes tener la consola quieta y frente a ti. Aparte de esta incompatibilidad a la hora de controlar el juego, el efecto 3D se ve maravilloso y confiere a los niveles de una agradable sensación de profundidad.

Además de la selección de niveles del modo historia, en la versión de prueba encontramos dos minijuegos: Monkey Fight y Monkey Race. También existirá un modo versus en el juego final, pero por desgracia no estaba presente en la demo. Monkey Race es un clon de Mario Kart sencillo. Las modalidades de juego (dentro de esta modalidad, queremos decir) incluyen Grand Prix, Quick Race y Time Trial, con nueve pistas para correr rodando. Escoges entre 16 personajes y 16 vehículos. Los karts tienen distintas cualidades respecto a la velocidad, aceleración, derrape, turbo y maniobrabilidad. Y por supuesto hay objetos repartidos por el circuito que puedes usar frente a tus rivales. Puede que no sea lo principal aquí, pero sirve de entretenido extra.

Me impresionó más el segundo minijuegos. Monkey Fight parece inspirarse en otra serie de éxito de Nintendo: Super Smash Bros. Una pelea a cuatro jugadores (humanos o de la CPU) en una arena. Otra vez hay 16 opciones en el plantel de personajes, y al menos tres niveles para luchar y conseguir más bananas que el resto. A diferencia del modo estándar, no hay una pista que seguir, y los pequeños escenarios de batalla se ven desde un lateral y presentan diversas plataformas. Cada mono lleva un guante de boxeo y puedes robar bananas a golpes, esa es la base de Monkey Fight.

Existen objetos de bonus como un martillo que aporta fuerza a tu ataque y quita aún más bananas a los demás. La cosa se pone bastante frenética, especialmente hacia el final, cuando los personajes se tiran a por el líder actual (marcado con una corona sobre su cabeza), así que nos lo pasamos pipa.