Análisis de Worms WMD para Nintendo Switch

Siguiendo el camino de otros títulos digitales de éxito, Worms WMD se ha abierto camino hasta Nintendo Switch; convirtiéndose en la primera salida portátil de la saga desde Open Warfare 2 en 2007. WMD salió a la venta en agosto de 2016 y supuso un retorno a los principios de la saga a la vez que introducía nuevos vehículos, un entorno dibujado a mano muy elegante y un sistema completamente nuevo de creación de ítems. Nuestras sensaciones tras el lanzamiento fueron favorables y por eso le dimos al título un contundente 8/10 en el análisis, pero ¿cómo funcionan las cosas en la Switch? En breve lo sabremos.

La incorporación de contenido exclusivo por tiempo limitado supone un gran atractivo para esta plataforma en particular. Se trata de una temática espacial totalmente nueva, el nuevo modo Fuertes y algunas opciones adicionales para personalizar tú mismo a tus gusanos con mucho estilo. También incluye el pack All-Stars que trajo apariciones especiales de juegos como Rocket League, Goat Simulator, The Escapists y Yooka-Laylee. Tal vez no sea particularmente innovador y no pueda considerarse rival del contenido exclusivo temporalmente que vimos en Shovel Knight: Treasure Trove, por ejemplo, pero sigue siendo un gran incentivo para aquellos que se han apuntado tarde a la fiesta. Sin embargo, esperábamos que Team 17 se hubiera asociado con Nintendo de la misma forma que Psyonix con Rocket League y hubiera ofrecido sorpresas de algunos de los títulos más destacados como Mario, Zelda y Pokémon.

Las batallas por turnos de Worms WMD se prestan de una forma maravillosa a la naturaleza portátil de Switch. Con partidas que duran una media de 20 minutos, el juego se convierte en el mejor compañero de viaje proporcionando una rápida y adictiva dosis de matanzas. Incorpora una variedad más que decente de modos para jugar con él. Junto con partidas multijugador tanto locales como online, también encontramos un modo de entrenamiento y una campaña con objetivos adicionales para aumentar la rejugabilidad del juego. Además, hay carteles de "se busca" dentro de los niveles que desbloquean desafíos para que asesines a determinados gusanos, así que hay un montón de cosas que te mantienen ocupado durante esos viajes tan largos en coche o transporte público.

El modo multijugador ha sido durante mucho tiempo uno de los pilares de la saga Worms y aquí las opciones de juego nunca han sido tan variadas. Los jugadores pueden coger cada uno un Joy-Con, pasarse un único mando principal o usar varios Pro Controllers entre ellos. Sin embargo, es cierto que usar un único Joy-Con puede resultar un poco incómodo porque queda todo condensando en un pequeño espacio: el arma seleccionada, los movimientos y el control de cámara. Seguramente, los jugadores más jóvenes no tendrán muchos problemas. Otra cuestión importante es que cuando se juega en modo tableta puede llegar a ser un poco difícil ver el mapa cuando esté totalmente aumentado, algo que tendrás que hacer a menudo cuando busques el lugar donde se esconden los gusanos de tu oponente.

Tal vez Switch no sea contrincante de PS4 o de Xbox One en cuanto a capacidades gráficas, pero la plataforma lleva unos meses recibiendo ports fuertes y Worms WMD uno de ellos. En el modo televisor el juego funciona a una velocidad de 60 fotogramas por segundo tan suave como la seda y sus preciosos gráficos, dibujados a manos, resultan tan frescos como siempre. Sin embargo, en el modo portátil las cosas tal vez no resulten tan impresionantes, pero sigue viéndose genial y funciona sin problemas. El último apunte respecto a los gráficos es que realmente nos impresionó la dirección que Team 17 había tomado con WMD en general. Simplemente todo da la sensación de estar mucho más estilizado y en concordancia con los primeros clásicos de la saga en contraposición al estilo 3D maltrecho de Worms: Battlegrounds.

Al final, la versatilidad es probablemente el mayor atractivo comercial de esta versión concreta; puede que Worms no sea el juego más exigente desde el punto de vista técnico, pero el hecho de que ofrezca una experiencia casi al mismo nivel ya sea en casa o fuera es bastante impresionante. Es una serie que ha entretenido durante mucho tiempo a montones de jugadores pasándose el mando alrededor y ser capaz de hacerlo fuera de casa es sin duda una parte enorme de su atractivo. Switch destruye cualquier barrera que existe al jugar con amigos y permite que cualquiera a tu alrededor pueda intervenir en la acción con un Joy-Con en la mano. Nada se equipara con los momentos de estupidez que se producen cuando haces estallar a tus amigos con una oveja propulsada con un cohete o cuando dejas que sientan la ira de Dios a causa de las consecuencias de una granada de mano sagrada.

Worms para Nintendo Switch quizás no garantice que lo vuelvas a comprar si ya lo has jugado en otro sitio, pero sin duda resulta la mejor opción para aquellos que aún no lo han probado y se están pensando en qué plataforma adquirirlo. Ofrece las opciones más variadas para multijugador local e incluye contenido exclusivo por tiempo limitado que, a pesar de no suponer un gran cambio en el juego, es un buen añadido. La falta de contenido exclusivo de Nintendo da un poco la sensación de ser una oportunidad desaprovechada y hay algunos inconvenientes al jugar en el modo portátil que ya hemos mencionado. Sin embargo, Worms WMD sigue ofreciendo un montón de diversión que incluso aumenta gracias a la naturaleza flexible de la Switch.