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Hatsune Miku: Project Diva X

Análisis de Hatsune Miku: Project Diva X

La famosa idol virtual llega a PS4 y Vita con la entrega que más arriesga de la serie.

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Pocos iconos hay tan importantes como Hatsune Miku en Japón. Su éxito es aún más destacable si tenemos en cuenta que no se trata de una persona real ni debe su origen a medios como el cine o la televisión. Miku nació en 2007 como una librería de voces creada por Yamaha para su programa de síntesis de voz Vocaloid. La empresa quería por primera vez acercar su software enfocado a expertos musicales a un público que no estaba familiarizado con estas aplicaciones y para ello diseñó un personaje amigable para la audiencia.

Desde su lanzamiento se convirtió en un fenómeno de masas gracias a páginas como Nico Nico Douga, un portal similar a Youtube en el que los usuarios compartían sus creaciones y donde se forjó la auténtica esencia de Hatsune Miku. Su nombre traspasó las fronteras del software musical y en poco tiempo invadió los videojuegos con una exitosa entrega para PSP en 2009 de la mano de Sega. Quizás en occidente pueda sonar extraño, pero su relevancia cultural es tal que incluso el gobierno japonés decidió por demanda popular incluir una placa de aluminio representando al personaje en la sonda espacial Akatsuki destinada a estudiar el clima de Venus.

La idol virtual atrae a multitudes en sus conciertos, ha sido invitada a programas como el Late Night de David Letterman e incluso fue telonera de Lady Gaga. Ahora, tras varios juegos en distintas plataformas, Hatsune Miku llega a PS Vita y por primera vez a PS4 dispuesta a demostrar por qué es el fenómeno social más importante de Japón.

Hatsune Miku: Project Diva X
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Como juego musical, Hatsune Miku: Project Diva X es un producto con un perfil muy claro que quiere agradar a los seguidores de la música J-Pop. El jugador debe pulsar determinadas combinaciones de botones conforme aparecen en pantalla al tiempo que transcurre la canción. Sus mecánicas de juego son las propias del género y vistas en otros títulos como Elite Beat Agents o Theatrhythm Final Fantasy: Curtain Call, con la particularidad de ver a la cantante virtual cantando y ejecutando distintas coreografías durante la partida.

A diferencia de otras entregas, Project Diva X incluye un argumento con el que pretende dar sentido a la sucesión de canciones. Es un mero hilo conductor, una excusa con la que Sega quiere presentar a sus personajes de cara a aquellos que no conozcan nada del universo Vocaloid. Sin embargo, resulta poco útil en un título que ya de entrada está tan dirigido a un público específico.

La trama nos sitúa en un mundo en el que Hatsune Miku y el resto de compañeros virtuales han perdido la voz. Para conseguir que todo vuelva a su orden natural es necesario restaurar el brillo de cinco nubes mediante el poder de la música y así generar el voltaje necesario para que recuperen su esplendor. Se trata de una premisa sencilla con la que el juego nos invita a recorrer las canciones, agrupadas según la temática de cada nube en Classic, Cute, Cool, Elegant y Quirky. En total se han incluido una treintena de temas, una cantidad algo baja en un título de estas características y que aumentará mediante DLC de pago.

Hatsune Miku: Project Diva XHatsune Miku: Project Diva X
En ocasiones aparecerán diálogos en los que interactuar con los personajes
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Hatsune Miku: Project Diva X

El sistema de juego, al igual que en entregas anteriores, consiste en pulsar los botones en el momento exacto para aumentar la puntuación final. Cada nube cuenta con cinco canciones y un medley final con varios temas. Además, si acertamos determinadas secuencias desbloquearemos distintos módulos (atuendos) que afectarán a las características del personaje. Conseguir nuevos accesorios es uno de los pilares de su base jugable, ya que no solo tendrán un impacto estético, sino que actúan como bonificadores en las partidas.

En Project Diva X se han incluido más de 300 prendas que provocan distintos efectos durante las canciones según su afinidad, premiando así que se prueben continuamente distintas combinaciones. Por ejemplo, equiparnos con las orejas y cola de conejo aumentará el porcentaje de voltaje que logremos. Sin embargo, su obtención es totalmente aleatoria, un punto negativo y que deja en manos del azar conseguir un atuendo concreto.

Se echan en falta algunas de las características clásicas de la serie como los videoclips o los fanarts que aparecían en las pantallas de carga. Ahora las actuaciones se convierten en escenarios con distinta ambientación en las que el juego de cámara pierde la frescura de antaño. De igual forma se prescinde de canciones muy populares de otros juegos que quedan reducidas a fragmentos anecdóticos en las fases finales.

Hatsune Miku: Project Diva X

En cuanto a los modos disponibles, se incluye un editor de temas, un modo foto en el que colocar a los personajes en la pose que queramos y el Free Play, una modalidad en la que elegir de forma libre la canción y dificultad que queramos. Es de agradecer que más allá del modo principal exista la opción de crear festivales donde podemos elegir desde el escenario hasta los personajes que aparecerán o las canciones. Estos mash-ups se desarrollan en el ambiente de un concierto como los que la propia Miku ofrece en la vida real por todo Japón.

Por primera vez el llamado apartado DIVA Room está integrado como un elemento más del menú principal. Es aquí donde podremos interactuar con cada idol cambiando la decoración de su cuarto, dándole de comer o con regalos que se obtienen al finalizar cada nivel. En ocasiones, a través de diálogos que tienen lugar al terminar las canciones nos pedirán algo en concreto. Según el trato que tengamos con el personaje aumentará la barra de afinidad y los multiplicadores serán más efectivos, por lo que es importante conseguir una relación más estrecha.

Sin lugar a dudas, Project Diva X forma parte de ese grupo de juegos que para cierto público puede resultar incómodo o ser un guilty pleasure. La presencia de la música a veces se diluye y queda en un segundo plano cuando los personajes aparecen adoptando poses sugerentes en ropa interior o con trajes de colegiala. Es un rasgo que por el impacto cultural puede chocar en Occidente, pero que forma parte de la idiosincrasia de la sociedad japonesa.

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En el modo foto puedes recrear cualquier tipo de situación
Hatsune Miku: Project Diva X

Acostumbrados a una serie que suele reciclar gran parte de su contenido de una entrega a otra, su estreno en PlayStation 4 va acompañado de mejoras gráficas que lo convierten en el título con mejor apartado técnico. Aunque está lejos de exprimir las capacidades de la máquina, se aprecia el trabajo puesto en el modelado de los personajes. Al fin el estudio ha trabajado en una versión para sobremesa que no se reduce en trasladar lo visto en portátil, pues más allá de la opción cross-buy que siempre es de agradecer, ahora también se saca partido al panel táctil del DualShock 4 en ciertas notas.

Con Hatsune Miku: Project Diva X, Sega quiere salir del inmovilismo que durante muchos años ha caracterizado a la serie musical con novedades importantes como las misiones renovadas o los bonificadores de los atuendos en las partidas. Las mejoras técnicas y la correcta implementación de la DIVA Room refuerzan la idea de que estamos ante la entrega que más arriesga, pero que deja a un lado elementos tan queridos por lo seguidores como los videoclips y fanarts. Además, aunque la lista de canciones mantiene el nivel, es escasa y se echan en falta temas clásicos de los anteriores. Una obra que está lejos de ser la experiencia definitiva de Hatsune Miku en consolas.

Hatsune Miku: Project Diva X
07 Gamereactor España
7 / 10
+
El elemento RPG que aportan ahora los más de 300 atuendos; mejoras técnicas; la DIVA Room está bien integrada y cobra mayor importancia.
-
Ausencia de elementos queridos por los fans como los videoclips y fanarts; la lista de canciones es escasa y sin temas clásicos de los anteriores.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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