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Project Zero: Maiden of Black Water

Análisis de Project Zero: Maiden of Black Water

El terror de Koei se estrena en Wii U con una entrega más directa y retorcida y un uso excelente del Gamepad.

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Con una edición limitadísima y especial se presenta en España este mes de octubre Project Zero: Maiden of Black Water, la que sería la quinta entrega de la serie de terror de jovencitas de Koei Tecmo. Es su debut en Wii U y en la alta definición tras el acuerdo de sus creadores con Nintendo que dejó sus dos últimas entregas en Wii. Aunque lo que mejor aprovecha de la máquina no son los gráficos sino su mando.

No faltan a la cita las protagonistas femeninas y jóvenes, chicas esbeltas y asustadizas que tienen como nexo entre todas ellas su cercanía con la muerte y tener en sus manos una Cámara Obscura. Esta entrega se centra en el Monte Hikami, un lugar precioso que incluso llegó a ser convertido en atracción turística pero que quedó abandonado por culpa de un desprendimiento de tierra que provocó varios muertos. Maldito, se ha convertido en un punto de peregrinaje de suicidas, al que mucha gente va en busca de la muerte y nunca vuelve. Sobre todo cuando se deja atrapar por la belleza del ocaso tras la montaña.

Todo empieza de forma muy brusca y confusa, por lo que los primeros minutos es normal sentirse algo perdido en la trama. La razón es que el jugador va a tener que controlar a varios personajes en distintos momentos históricos que acaban al final relacionados entre sí, todos bien construidos. La tímida Yuri Kozukata, que vive junto a una amante de lo sobrenatural, Miu Hisanaki, que además es descendiente de la protagonista de la primera y de la tercera entrega, y Ren Hojo, un periodista un poco soberbio que cuenta que está inspirándose en allí para su próximo trabajo, sobre las fotografías postmortem, pero que en realidad ha sido atraído por una foto de la zona que calca lo que él se imagina en un sueño recurrente. El equipo de guionistas ha hecho un gran trabajo en la construcción de la estructura narrativa porque, con esta historia tan rara y entrecortada, consigue marcar un buen ritmo a través de la unión de pequeñas tramas secundarias que van revelando poco a poco cuál es el gran mal que habita en la montaña. Por cierto, en la conclusión esperan dos finales que dependerán de cómo se juegue el último tramo. Eso sí, en inglés, francés o alemán, no ha llegado en castellano.

Project Zero: Maiden of Black Water
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Si algo necesita un juego de terror es una buena ambientación y el Monte Hikami la ofrece. Está ubicado a las afueras de una zona rural nipona por lo que no van a faltar las típicas construcciones de madera con sus puertas correderas, sus altares, sus puentes y sus faroles para dar algo de luz. La montaña acoge prácticamente toda la historia, excepto por pequeñas escenas que transcurren, por ejemplo, en las casas de los personajes. Y por ello han construido un mapa bastante abierto en el que hay múltiples caminos para llegar a los distintos puntos de los que está compuesto. Entre medias hay fuentes, santuarios, cascadas, estaciones, túneles y lo que queda del hotel abanado. Recorrerlo, de noche y con la linterna, consigue transmitir tensión por lo que pueda esperar en cada punto, sobre todo si hay agua.

Project Zero: Maiden of Black Water gira en torno al agua. En la pantalla aparece un medidor de humedad, y cuanto más lleno está más fácil es ser atacado por los espíritus y las doncellas que habitan la montaña y te hacen más daño, aunque tu también pegas más fuerte, así que añade un componente estratégico a las partidas. Para evitarlo hay que ponerse a cubierto o tomar un ítem que seca automáticamente pero si llueve hay que afrontarlo, y a veces pasa. Por si fuera poco, entorpece aun más la movilidad de unos personajes que son torpes por definición. Los viejos jugadores de la saga ya están acostumbrados pero quienes empiezan por esta quinta entrega deben saber que es un juego que se controla mal, a propósito. Los pasos y los giros son lentos y tarda en arrancar a correr, la combinación perfecta para sentirse en peligro ante la amenaza de fantasmas que se desvanecen y te atacan por detrás o niños que flotan a toda velocidad en círculos. Hay quien lo critica pero para mi es un punto a favor y celebro que sus creadores mantengan esta dificultad extra y eviten así que todo sea correr.

Project Zero: Maiden of Black Water

A veces se pueden evitar los enfrentamientos, pero la mayoría son inevitables. Cuando uno o varios espíritus te atacan tienes que sacar tu Cámara Obscura y defenderte tomando fotografías. Se controla (si se quiere) con el sensor de movimientos del Wii U Gamepad y le saca mucho partido porque no basta con apuntar, para pegar buenos tiros también hay que buscar el ángulo en el que queden enfocados elementos en torno al personaje que permiten pegar con más fuerza. Cada personaje tiene su cámara que se controla igual pero presenta distintas habilidades, como por ejemplo el multidisparo de la de Ren. Para darle un poco de emoción, hay varias lentes que sirven para mejorar las máquinas, que se consiguen a base de puntos, y también varios tipos de munición (películas de distinto grosor). La cámara se controla mucho mejor que el personaje y se puede ajustar.

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Los combates no son fáciles ni en el modo normal. Hay que afinar bien y la ambientación provoca bastante aceleración del pulso. Tener al espíritu ahí al lado, ver cómo aun no ha recargado y sentir la tensión de que te agarra te hacen que ese disparo definitivo vaya desenfocado y casi no le haga daño. La cosa se pone mucho más seria con los jefes, porque son duros y hay que estudiar bien sus movimientos. Pero ni es un shooter ni se puede intentar como tal.

La cámara también tiene dos usos más. Sirve para pillar a fantasmas no agresivos que van rellenado un álbum si se es suficientemente rápido y, sobre todo, como guía de cuál es el camino a seguir. Junto a este mapa mucho más abierto que de costumbre el equipo ha puesto este sistema de ayuda tan sutil y que, de paso, saca partido al Wii U Gamepad.

Project Zero: Maiden of Black Water

Hay algo más que el mando aporta al juego, una fuente de sonido secundaria. A través de su altavoz van llegando efectos y voces complementarias a las que emite la televisión que contribuyen mucho a crear una atmósfera de terror. Como por ejemplo el ruido blanco de una radio mal sintonizada de esas que no sabes si es mejor acercarte a ellas o pasar por el extremo contrario. Todo esto se pierde en el momento en el que se activa la función Off-TV, que se puede hacer con un toque en la táctil o el motón menos, muy sencillo.

Project Zero: Maiden of Black Water también tiene detrás un buen trabajo técnico aunque sin terminar de pulir que se expresa especialmente bien por un lado en los usos de luz y sombras y por otra en los modelados de los personajes, no tanto en sus movimientos. Los escenarios son menos monótonos y está mucho mejor texturizados que lo que venia siendo típico en la saga, quizá porque hubiera sido demasiado notorio con la alta definición. Y, sobre todo, hay detalles esparcidos por la montaña que son de agradecer. Además, bastantes escenas de vídeo de mucha calidad
recogen el peso de la trama y algún que otro momento intermedio montado con el motor del propio juego lo complementa. El problema es que no está todo lo bien optimizado que debería y hay ocasiones en las que se atranca, o toma demasiados tiempos de carga entrar en sitios con puertas, lo que contrasta con lo fluidos que van los mapas exteriores.

Por cierto, como regalo, Koei Tecmo ha invitado a participar en el juego a Ayane, su personaje de Dead or Alive que ya ha pasado por otros juegos como Ninja Gaiden. Protagoniza un modo de juego especial en el que no hay Cámara Obscura y la única forma de completar las misiones es esquivando, pero no podemos valorarlo porque no hemos tenido tiempo de probarlo.

Wii U tiene un buen juego de terror en Project Zero: Maiden of Black Water, de esos de los que ya quedan muy pocos. Ahora que todo se han vuelto tiros y zombis, tener un juego clásico en el que la tensión la crean una buena ambientación y la dificultad del control, junto a un guión y unos personajes entretenidos, enriquece un catálogo muy necesitado de propuestas distintas y atractivas. Además saca buen partido al Wii U Gamepad siendo fiel a la sus propias ideas.

Project Zero: Maiden of Black Water
07 Gamereactor España
7 / 10
+
Un guión intrigante y bien hilvanado con personajes bien construidos, buena ambientación, excelente uso del Wii U Gamepad.
-
Técnicamente bien pero no está pulido, un control arriesgado, no llega en castellano.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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