Análisis de Skylanders Superchargers

¿Alguna vez soñasteis de niños que vuestros juguetes cobraban vida? Porque nosotros sí y ese sueño de infancia es una realidad para los niños de hoy en día. La franquicia de Skylanders ha hecho que esta fantasía fuese real al hacer que unos juguetes normalitos y corrientes cobrasen vida en la televisión. Este novedoso concepto ha catapultado a Skylanders a una posición muy importante dentro del mundo de los videojuegos, pero ahora ya llevan cuatro títulos de la serie y van a sacar el quinto... ¿Podrán los desarrolladores darle algo más de vida a la serie o el concepto ya ha pasado de moda?

Para empezar, en lo que es la superficie, todo es bastante parecido. Kaos sigue intentando convertirse en el maestro de todas las Skylands, pero esta vez ha construido una máquina maligna llamada The Sky Eater, que se comerá poco a poco todo lo que hay en el cielo. Además, The Darkness, la fuente, ehm, oscura de todo mal, se ha aliado con él. Por cada mordisco del Sky Eater, The Darkness se hace más fuerte y los únicos que pueden evitar todo esto y salvar al mundo son... (premio, lo habéis adivinado) ¡los Skylanders! Solo que, en esta ocasión, los refuerzos no son gigantes o Skylanders con partes intercambiables. No, esta vez, los vehículos vienen al rescate.

De hecho, no os parecerán nuevos porque los vehículos se adaptan rápidamente al juego y os dará la impresión de que siempre estuvieron ahí. Y eso es lo que Vicarious Visions pretendía con su estrategia. Han rediseñado todos los Skylanders anteriores para que pudiesen usarse en los vehículos y se han asegurado de que estos desempeñen un papel muy importante en cada nivel y que no sean simples trucos. Así, los vehículos desbloquean un montón de misiones diferentes tanto en el cielo, como en la tierra y en el mar y, de la misma manera que los Skylanders, también podréis mejorarlos a ellos y a sus habilidades únicas con partes que vayáis encontrado por ahí. Por otra parte, todos los Skylanders pueden conducirlos, pero rendiréis los vehículos al máximo si los juntáis con el Skylander adecuado, ya que cada uno tiene su propietario y si los juntáis, sus estadísticas recibirán un aumento. Es decir, que estarán supercargados, como dice el título del juego.

Y, gracias a los vehículos, también será posible echarse unas carreras en las Skylands. Desde el cuartel general de los Skylanders, llamado The Academy, o a través de los menús, podréis acceder a las diferentes carreras del más puro estilo Mario Kart. Como en este último título, estas carreras son muy divertidas y podríamos pasarnos horas intentando derrotar a los PNJ o a nuestros amigos en el modo online.

Vicarious Visions tenía el objetivo de añadirle más profundidad a la franquicia con Skylanders Superchargers, por eso le han dado más importancia a la historia y al carácter de cada personaje, de forma que os daréis cuenta de que ahora los Skylanders hablan un poco más que antes. Además, los desarrolladores han trabajado en las luces y las sombras para darle más profundidad a los gráficos, con lo que han conseguido darle ese acabado brillante y ardiente a los coches y esa densidad y volumen a las nubes.

No obstante, nos hubiese gustado avanzar más en la historia. Después de ver las impresionantes escenas de corte, nos sentimos completamente inmersos en una historia más seria y más oscura que las anteriores. Realmente pudimos sentir la tensión de los problemas que amenazaban a los personajes, pero el título volvió rápidamente con ese toque bromista y sus chistes tontos. La verdad es que tampoco hubiese estado mal que hubiesen seguido un poco más con esa tensión para destacar la gravedad de la situación. Sabemos que es un título especialmente dirigido para los jovenzuelos y que la muerte y la destrucción no cuadra bien ni con ellos ni con sus padres, pero nos parece una pena que hayan creado una historia con esas sensaciones y emociones y que no le den la oportunidad a la audiencia de sumergirse por completo en ellas.

Dicho esto, la historia sigue siendo una experiencia genial. Los niveles son muy diversos y ofrecen una gran variedad de enemigos y desafíos. Tanto es así, que no os aburriréis de las Skylands, pero puede que los desarrolladores hayan sido demasiado ansiosos a la hora de evitarnos el aburrimiento. Más que nada porque han aumentado demasiado el ritmo del título y algunos niveles se entrecortan un poco. Si hubiesen añadido un pelín más de contenido en cada nivel y en cada misión, podríamos habernos sumergido todavía más en las tareas. No obstante, si nos ponemos en el lugar de los niños, seguramente este sea el ritmo adecuado, para que no estén mucho tiempo en el mismo sitio. De todas maneras, la aventura sigue siendo épica y, en muchos aspectos, se parece mucho a aquellas aventuras que nos imaginábamos antes y que aún hoy recordamos.

También nos preocupamos un poco porque quizás hay demasiadas cosas pasando al mismo tiempo en el juego y eso puede hacer que pierda un poco de cohesión. Lo cierto es que además de la historia, hay un montón de cosas que hacer. Por ejemplo, vuelven los retos heroicos, hay misiones de entrenamiento, el juego de cartas Skystones, carreras, tesoros legendarios, un nuevo sistema de niveles para el portal, misiones diarias y mucho más. Hay tantas cosas que hacer que te puedes cansar haciendo una lista. Sinceramente esperamos que los jugadores vean el amplio abanico de posibilidades y no se queden con unas pocas. No nos gusta nada tener que sugerir algo así, pero quizás hubiesen mejorado la visibilidad general si hubiesen reservado algunos elementos para un DLC. No obstante, no hay nada más por lo que preocuparse. Aunque las misiones no estén directamente ligadas a la historia, siguen formando parte del mismo universo y la vida del juego se incrementa a tope con estas misiones, al tiempo que hace que no nos duela tanto el precio de las carísimas figuritas (pero sigue doliendo).

Al principio, conocimos la franquicia de Skylanders jugándola en modo cooperativo con un miembro más joven de la familia y una de las cosas que más nos llamó la atención fue cómo funcionaba el cooperativo (o, más bien, cómo no funcionaba). Cuando jugabais a la historia principal con otro usuario, teníais que decidir en común por qué lado queríais ir porque ambas historias estaban enlazadas. En nuestro caso, el compañero era un tozudo chavalín de 5 años y acabamos cada uno en un lado de la pantalla, intentando ir cada uno por su lado. Por desgracia, no han cambiado el funcionamiento del cooperativo en la historia principal. Sin embargo, lo han ajustado genial para los vehículos: en vez de tener cada uno el suyo, ambos jugadores comparten el mismo, solo que uno controla el coche y otro dispara a los enemigos. Y, por primera vez, también podréis hacerlo en el online. Por ejemplo, podréis jugar la historia en cooperativo, divertiros un rato con el juego de cartas y aventuraros en las carreras online (aunque en algunas de estas podréis jugar con vuestros amigos y, en otras, solo con jugadores aleatorios).

Los fans de la franquicia ya han aceptado la premisa del título: que para completarlo del todo, tendréis que coleccionar los Skylanders de cada elemento. Pues bien, en esta ocasión tendréis que coleccionar vehículos tanto de aire, como de tierra y de mar. Y esto nos lleva a la principal fortaleza y debilidad de la serie. Es horrible descubrir un tesoro que, como recompensa, os da una Soul Gem que desbloquea una habilidad para un Skylander que no tenéis. Es decir, son una especie de pequeños anuncios que te advierten de lo que no tienes. Pues, en esta ocasión, hasta podréis ver misiones geniales que no podréis hacer, porque no tenéis un barco o un avión. No nos supo nada bien tener que abandonar a tantas víctimas inocentes única y exclusivamente porque no teníamos el modo de transporte adecuado. No obstante, lo cierto es que también aumenta la vida del juego, porque en cuanto se tiene el personaje o el vehículo, los usuarios vuelven a los diferentes niveles para desbloquear aquello que no pudieron obtener antes.

Y tenemos que admitir que Vicarious Visions ha hecho un trabajo impresionante con los juguetes físicos. Básicamente, conocen perfectamente a los niños y saben que, al fin y al cabo, son juguetes, así que los han diseñado para que sean justamente eso. De hecho, ahora los juguetes son todavía más juguetescos que antes, porque los vehículos tienen partes móviles. Si no tuviese ruedas que se moviesen, no sería un coche de juguete, ¿no?

A pesar de algunos fallitos, creemos que Skylanders Superchargers cumple con lo prometido. Se trata de una aventura épica llena de velocidad, fantasía y un montón de acción para todos los gustos. Seguimos teniendo la queja del precio de los personajes, pero el tiempo que dura el juego amortiza un poco lo pagado, porque ofrece horas y horas de entretenimiento para cualquier jugador, sin importar la edad. Solo porque los niños se vayan a cama, no hay por qué apagar la consola y guardar el portal, ¿no creéis?