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Lawbreakers - impresiones PS4

El shooter multijugador de Boss Key Productions estaba presente en el E3 en versión para PS4, y esa es justo la que queríamos probar.

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Lawbreakers de Boss Key Productions es la nueva creación del antiguo desarrollador de Gears of War, Cliff Bleszinski. El juego lleva ya un tiempo en desarrollo, pero ahora se prepara por fin para su lanzamiento el 8 de agosto en PlayStation 4 y PC. La versión jugable para PlayStation 4 estaba disponible tanto para el público como para la prensa en el E3 de este año aunque se había anunciado solo tres semanas antes. Y, por supuesto, en Gamereator no pudimos resistirnos a echar unas partidas durante nuestra estancia en Los Ángeles para sumergirnos en su acción desenfrenada y descubrir algunas de las clases en el proceso.

El modo que probamos en el E3 se llamaba Blitzball. En él, el jugador debe llevar una bola/bomba desde el centro del mapa hasta la base enemiga en un tiempo limitado antes de que explote y se lleve por delante al que la transporta. Como podéis comprobar, es muy parecido a otros modos de juego que hemos visto antes, en el sentido de que los jugadores deben trabajar juntos para asegurarse de que el que lleva la bomba sobreviva, pero con la diferencia de que en Lawbreakers si nos andamos con demasiado cuidado lo más seguro es que acabemos volando por los aires. Así, las partidas se convierten en una búsqueda constante del equilibrio entre rapidez y coordinación.

En cuanto a las clases, pudimos probar varias, pero una de nuestras de nuestras favoritas fue la Juggernaut, a la que pertenecía un personaje llamado Aegis (hay dos personajes de cada clase, Aegis pertenece a la facción de los que siguen la ley en Lawbreakers). Esta clase cuenta con la habilidad de levantar paredes, lo que nos permite bloquear accesos para resguardarnos y proteger a nuestros compañeros de equipo del fuego enemigo, y viene equipada con una escopeta que resulta mortal en las distancias cortas, sobre todo en pasillos estrechos. Otra clase destacada son los Enforcer, ya que su fusil de asalto funciona muy bien tanto en las distancias cortas como en las largas. También nos gustaron los Titan, cuya habilidad definitiva consiste en disparar fuego a los enemigos desde la punta de los dedos.

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Una de las partes más importantes de la experiencia Lawbreakers es la falta de gravedad en los combates. Muchas veces, nos veremos flotando, muy por encima de donde se está desarrollando la acción. Cuando esto ocurra, tenemos dos opciones: o bien descargamos una lluvia de tiros sobre nuestro enemigos o encontramos una forma de volver al campo de batalla (hay ciertas habilidades que hacen esto mucho más sencillo). Esta verticalidad no es muy diferente de la que vimos en juegos como Call of Duty: Infinite Warfare y Black Ops 3 o incluso en ciertos mapas de Halo, pero en Lawbreakers la sensación de flotar y estar fuera de control es mucho mayor, algo que puede convertirse en un dolor de cabeza si queremos coordinar bien nuestros ataques, sobre todo porque a veces es difícil volver a donde queremos una vez empieza nuestro ascenso antigravitatorio.

El mapa en el que jugamos, que se llamaba Mammoth, incluía una mezcla variada de localizaciones y una zona central, en la que tenían lugar batallas campales mientras ambos equipos lo daban todo para hacerse con la bomba situada en la habitación de en medio. Sin embargo, cerca de las bases nos encontramos con una serie de pasillos interconectados y eso, por supuesto, cambiaba por completo las cosas. Tomar la delantera en la zona central abierta era difícil, pero a la hora de coger la bomba, lo único que teníamos que hacer era correr y tomar nuestro objetivo.

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No obstante, la velocidad por sí sola no servía de mucho en los angostos pasillos que conducían a las bases, así que no nos quedó más remedio que abrirnos camino o arrasar con nuestros oponentes para conseguir el punto. Como veis, durante la partida ocurren muchas cosas al mismo tiempo. Además, los niveles requieren de diferentes habilidades especiales en momentos concretos, por lo que hay motivos de sobra para trabajar juntos y asegurarnos de que haya un equilibrio entre clases para sacar el máximo potencial a nuestro equipo.

Como ya habíamos visto cuando jugamos a la versión alfa, y tal y como volvimos a comprobar en este E3, hay que buscar el equilibrio a la hora de escoger la representación de las distintas clases. Está claro que, ahora mismo, algunas son más poderosas que otras. De hecho, en Los Ángeles observamos que la gente solía escoger más a los personajes de la clase más accesible, los Juggernaut, y no solo por sus potentes armas, sino también por sus habilidades. No nos cabe duda de que los desarrolladores vigilarán este aspecto de cara al lanzamiento para asegurarse de que la cosa esté equilibrada a medida que el juego se vaya desarrollando y los usuarios consigan comprender sus entresijos.

El aspecto que más nos llamó la atención fue el estilo gráfico del juego. Como nos dijo Bleszinski, últimamente hay muchos shooters protagonizados por héroes que parecen salidos una serie de dibujos animados, pero en Lawbreakers se han decantado por un estilo crudo y visceral, mucho más cercano a la realidad. Esto significa que se han dejado a un lado los colores vivos de títulos como Overwatch para dar paso a tonalidades más apagadas, como el gris del cemento y el beis del polvo. El resultado es un juego con aspecto menos alegre, pero que ofrece algo diferente y, en general, presenta un aspecto muy trabajado.

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Después de haberlo probado en PC el año pasado, nos preocupaba un poco cómo se habrían adaptado todas las mecánicas y los controles en la versión de PS4, pero nos quedamos impresionados con lo bien que combina el ritmo acelerado del juego con el mando. Los elementos básicos del sistema de juego, esto es, la falta de gravedad y, lo que es más importante, la velocidad (ya veréis, Lawbreakers es un juego en el que os vais a cansar de correr), no se han visto afectados en el paso de PC a PS4. De hecho, nos ha sorprendido especialmente que incluso se haya incorporado a los menús una barra para personalizar el campo de visión.

Una cosa que sí que nos habría gustado es que nos explicasen un poco más los modos de juego, porque nos llevó un rato pillarle el tranquillo a las reglas y entresijos de Blitzball, así como al hecho de que la bomba explota si la llevamos demasiado tiempo. Lo cierto es que acabamos aprendiendo por las malas, preguntándonos al principio qué es lo que nos había matado antes de caer en la cuenta de que nos habíamos entretenido de más con la bomba. No nos dio nada de rabia, por supuesto. Al final, jugando un rato más, acabamos cogiéndole el truco, pero para los que estén empezando, estaría bien que se diese un poquito más de información antes de cada partida.

De todos modos, en general la versión de PlayStation 4 de Lawbreakers impresiona, en gran medida gracias a las clases divertidas que nos permiten adoptar diferentes estilos de juego, un nuevo modo en el que vivimos partidas llenas de tensión y un mapa que nos anima a probar distintas estrategias. No obstante, Lawbreakers ha demostrado ser ante todo un intensísimo shooter multijugador con un ritmo vertiginoso en el que rara vez pisaremos el freno. A solo unas semanas del lanzamiento, nos hemos encontrado con un juego en plena forma. Tenemos muchas ganas de ver qué pasa cuando se abran las puertas y los jugadores empiecen a guerrear en sus servidores.

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