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Worms WMD - impresiones

Estos sucios gusanos están a punto de volver, ¿merecerá la pena?

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Esta época de nostalgia, las reediciones son cada vez más sosas y faltas de imaginación. Parece que todo el mundo está buscando la forma de conseguir que la gente viaje hasta aquellos tiempos gloriosos. Team17 se ha subido a ese tren con un juego nuevo de Worms que vuelve a la esencia, a las dos dimensiones, pero a su favor hay que decir que no lo hace de forma forzada, ni sosa. Worms WMD es un homenaje a sus orígenes con capacidad de aparentar frescura. ¿Qué ha hecho este equipo para conseguirlo?

La base es la fórmula de Worms que tan bien quedó en su momento, especialmente parecida a la de Armageddon. Es un juego de combate con armas por turnos sobre un terreno destructible. La desarrolladora ha eliminado los gráficos poligonales de las últimas entregas para volver a un estilo artístico simple 2D. También ha perdido algunos de las variantes introducidas en Worms Battlegrounds, como por ejemplos las clases y las físicas a lo acuático. Eso es lo que hace que vuelve a los orígenes, pero con un estilo artístico simple y claro que además es bonito. Los gusanos quedan muy bien reflejados sobre unos fondos que no por ello están degradados y que sorprenden por su riqueza y variedad. El entorno también contribuye. Deshacerse de los escenarios 3D era necesario y además encaja mejor con la jugabilidad.

Las armas y las mecánicas básicas siguen, todas. Las cuerdas ninja, los bazookas, las granadas y los especiales. Por supuesto, el viento sigue siendo un factor relevante y táctico, la esencia de la partida porque aporta ese grado de error inesperado que hace que todo cambie en un segundo. Los movimientos de los gusanos también son los mismos, con sus saltitos y esas distancias máximas de seguridad que nunca están del todo claras.

Tampoco faltan sus vocecitas y risistas con esas frases socarronas y chistes que tocan las narices cuando estás pasando una mala racha. Lo que sí ha cambiado es el sistema de nombres de los miembros de cada equipo.

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Pero en Worms WMD no todo es exactamente igual que lo era antes, pasemos a ver las novedades, que se pueden clasificar en cuatro aparatados: torretas, creación, edificios y vehículos. Esperábamos que estos últimos fueran el mayor cambio, pero lo que realmente nos ha embelesado son las construcciones. Estas estructuras ofrecen cobertura extra contra los bombardeos y, desde ahí, permiten planificar estrategias a medio plazo sin obligarte a perder turnos haciéndote un búnker bajo tierra. Sus diseños van asociados a la temática que tenga el mapa. Literalmente, son niveles extra que lo hacen más interesante.

Sí, los vehículos y las torretas también son buenos añadidos. Por ejemplo, Team17 ha creado tanques y helicópteros que aniquilan a tus oponentes si consigues dar con el ángulo de tiro adecuado, además de modificar bastante el terreno. En la demo que hemos probado aparecen con demasiada frecuencia como para que sean un elemento exquisito, aunque esperemos que en la versión final sea una opción configurable. Las torretas son armas fijas variadas, desde morteros a francotiradores, con mucho poder de ataque. Pero se destruyen con mucha facilidad por lo que no desnivelan nada la fórmula clásica.

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Por último está la posibilidad de crear, que parece que es un elemento de inclusión obligatoria en los títulos de hoy en día. Para lo simple que es en WMD, desperdicia demasiado tiempo. La idea es que recojas partes de las cajas que van cayendo para que te crees tus súper armas, como bazookas lanzallamas o minas ultrapotentes. Al final queda como un complemento que no aporta demasiado al juego. Incluso jugamos varias partidas sin darnos cuenta de que estaba ahí, ya que ni es muy accesible ni es acertado para un título multijugador en el que el tiempo es de todos. Lo único bueno es que puedes trabajar en las elaboraciones durante el turno del enemigo en las partidas online.

Los gusanos han vuelto con su fórmula de siempre y eso es precisamente lo que hace que WMD tenga tan buena pinta. No hay demasiados retoques al gameplay clásico, pero lo que han llegado le aportan un poco más de sal para que tenga ese atractivo y lo mantenga fresco. Tendremos que esperar hasta el 23 de agosto para ver todas las novedades y si el contenido que ofrece es suficiente o se ha quedado corto, así para comprobar que el online funciona como debe. Pero todo apunta a que será una buena forma de volver a matar gusanos sin remordimientos.

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