Beat Cop

Beat Cop, que llega gracias a Pixel Crow y 11 bit studios, es un juego de avance lateral y estilo retro que da más importancia a la narrativa que a la acción. Siguiendo la línea de Cart Life, hay que caminar mucho, charlar y hacer tareas diarias. Pero este título se forja su propia identidad a través de la inspiración en los programas policíacos de los años 80 y un guión de comedia negra.

Te toca encargar a Jack Kelly, un detective retirado al que están intentando condenar por un delito que asegura no haber cometido. Aunque en la versión prealfa que hemos probado no se entra demasiado en harina, sabemos que su misión es encontrar a quien le ha señalado y saber por qué lo ha hecho. Es un juego de "tomar decisiones y mantener el equilibrio", en palabras del programador Maciej Miasik, ser capaz de desenvolverte en el día a día por las calles de Brooklyn mientras te ocupas de tu querella. Ah, se nos olvidaba, y de la Mafia.

Estas tareas diarias son las que sostienen su jugabilidad. Tu jefe te ha inculcado desde el primer día que los resultados lo son todo, que hay que poner multas y hay que mantener el orden con los coches, siempre pensando en la cuota mínima. Así que en Beat Cop te vas a pasar la mayor parte del tiempo mirando la marca de los neumáticos, tickets de parking caducados y coches mal aparcados, es decir, con asuntos de lo más rutinario. Pero al final te das cuenta de que el día ha pasado muy rápido, y eso se debe a la caña que te mete para llegar a esas cuotas.

Pero esto no es lo único que vas a hacer. A medida que avanza el juego van apareciendo otros delitos, desde un robo en plena calle a un hombre que toma a su sobrina como rehén en un apartamento. Y si eso no se soluciona llegará una sanción. En el menú del juego verás que también hay una pistola, porque también habrá momentos para utilizarla. Nosotros no hemos encontrado ninguno en esta partida inicial.

Las aceras están llenas de peatones deseando interactuar con tu personaje. Cuando no están intentando sobornarte están tratando de venderte algo, o insultándote o incluso ofreciéndote algún trabajillo por libre. Esto consigue que esa vida monótona gane un poco de intensidad e incluso de caos, porque no te dejan recoger las multas como debieras a base de empujones. Y siempre mofándose.

Otra razón por la que las prioridades tienen que estar muy bien compensadas es que hay más cosas en su vida que no su trabajo de policía marginado. Por ejemplo, que tiene que pasar la pensión a su mujer así que no sirve estar seco de dinero. El uso principal es comprar comida con la que conseguir energía, pero puede que te venza la codicia, aceptes muchos sobornos para ir con las arcas llenas y acabes con un multazo en una inspección. Ese orden de tareas va cambiando a medida que avanza la partida, así que hay que estar pendiente de qué hacer antes y después.

El gameplay no tiene mucha ciencia, se juega como cualquier título lateral estilo retro, con la libertad de ir hacia adelante y hacia atrás cuando lo requieras. La cosa va más de andar con ojo en busca de la oportunidad que de tener habilidad manual. Se puede entrar en las tiendas para hablar con los propietarios y en algunos apartamentos concretos. Cada día empieza a las 8 de la mañana y termina a las 17:50, pero eso equivale a algo menos de diez minutos en la vida real. Es tu margen para conseguir cumplir con todos esos objetivos, los profesionales, los personales y los del caso. Por suerte hay un cuaderno para llevarlos al día.

Lo que hace que le cojas el punto a Beat Cop es ese humor chabacano y de comedia socarrona. No hay más que ver la intro para entender por dónde van los tiros, lo que el desarrollador Pawel Miechowski llama la elección entre "un buen o un mal policía tratando de luchar contra el crimen como se pueda". Estamos ante un título que no se toma demasiado en serio a sí mismo y limitado, en el que los chistes y frases comienzan a repetirse pronto. En lo que queda de desarrollo debe ganar más variedad para ser duradero, aunque lo más importante es que tiene una base sólida sobre la que crecer. Por lo que hemos visto hasta ahora se juega bien, el estilo artístico le funciona a las mil maravillas y ha dejado muy buena sensación.