World of Warcraft: Legion - impresiones

Eso fue en la expansión World of Warcraft: The Burning Crusade de . Sin embargo, el infame elfo menos querido en Azaroth, también conocido como el Traidor, siempre ha sido un personaje interesante y su historia ha dejado los suficientes cabos sueltos como para que volvamos sobre ella. Precisamente esto es lo que haremos en Legion, la nueva expansión de WoW.

Igual que en la expansión anterior, World of Warcraft: Warlords of Draenor, World of Warcraft: Legion nos hace retroceder en el tiempo. Durante el inicio de tu aventura en Legion, volverás mil años atrás en el argumento y en la tradición de WoW. Un buen calentamiento de cara a los eventos de la historia actual en los que la poderosa Legión Ardiente, la protagonista de la expansión The Burning Crusade, se ha alzado de nuevo, pero esta vez bajo las órdenes de un líder todavía más siniestro. Tras los acontecimientos que tuvieron lugar en Warlords of Draenor, Gul'dan regresa a la línea de tiempo principal de Azeroth para volver a abrir el portal demoníaco desde el que la Legión Ardiente intentó invadir Azeroth hace mil años. Sin embargo, esta legión demoníaca vuelve esta vez más fuerte que nunca, con un ejército mayor y con un objetivo claro: invocar a su creador y líder supremo, el titán oscuro Sargeras.

Para evitar el retorno de Sargeras, los jugadores deben aprender a empuñar poderosas armas, conocidas como Artefactos, y pactar con los Cazadores de Demonios para intentar acabar con la Legión Ardiente de una vez por todas.

Si todavía no te ha invadido la nostalgia con el retorno de la Legión Ardiente, seguro que esta llegará con los Artefactos. Estarán disponibles 36 armas míticas para cada clase y especialización que en su día fueron blandidas por las leyendas de Azeroth. Por ejemplo, si completas las misiones, podrás obtener el Martillo Maldito, la Crematoria y la Segadora de Almas, entre muchas otras. Igual que había pasado con las armas Heirloom, los Artefactos también suben de nivel con los jugadores y se pueden mejorar con hechizos o con los árboles de habilidades. Con el fin de que el juego no se inunde de Icebringers y Segadoras de Almas, los jugadores pueden personalizar sus armas para variar su apariencia.

Por otro lado, Legion aumenta el nivel máximo de 100 a 110. De forma similar, las subidas de nivel de personaje que vende Blizzard en su tienda online pasan de 90 a 100, lo que les permite a los jugadores subir a sus personajes hasta este nivel y pasar de pleno a la acción.

Se añaden también siete nuevas zonas al juego que se sitúan en las Islas Abruptas, lugar de origen de la raza élfica. Estas islas están llenas de impresionantes bosques y ciudades que tendrás que explorar, pero también de peligros. Además de los enemigos ya conocidos, como los sátiros, tendrás que enfrentarte también a nuevas especies y a nuevos jefes de mundo.

El punto de partida desde el que tendrás que empezar en las Islas Abruptas es la Costa Abrupta, pero por suerte para los jugadores, se podrá atravesar inmediatamente gran parte de las islas gracias al sistema de escalar niveles. Esto da lugar a una experiencia más igualada al nivelarte con el resto, dado que lo de quedarse atrás o ir unos niveles por delante ya no importa.

Blizzard parece que ha cumplido su promesa de hacer que World of Warcraft: Legion estuviese "más orientada a las mazmorras", ya que habrá nueve nuevas mazmorras disponibles. Igual que las Islas Abruptas, las mazmorras también tienen el sistema de escalar niveles. En lugar de hacer la misma mazmorra una y otra vez, ya no tienes que jugar en ellas por orden de niveles.

Por otro lado, después de haber provocado a los jugadores durante mucho tiempo con el Sueño Esmeralda, por fin tendremos acceso a él, o al menos en cierta medida con la nueva banda de siete jefes, la Pesadilla Esmeralda. En la segunda banda en Legion, el Palacio de Suramar, los jugadores tendrán que entrar a este por una puerta trasera de forma similar que para el Templo Oscuro. Se espera que el Palacio de Suramar tenga 10 jefes, uno de los cuales dará lugar al enfrentamiento final contra Gul'dan.

Los fans del JcJ también están de suerte, ya que con el nuevo Sistema de Honor 3.0. los jugadores podrán ganar Honor, que acabará llevándoles a Prestigio, cada uno con sus nuevos bonus y habilidades. Las habilidades y herramientas del JcJ (excepto los Artefactos) solamente se podrán utilizar en las batallas JcJ, por lo que se diferencian todavía más los modos JcJ y JcE. El objetivo es el de crear una experiencia más equilibrada, lo cual es un aspecto más que bienvenido en el juego.

Si has jugado a Warlords of Draenor, puede que recuerdes la poca exitosa introducción de las Ciudadelas. Aunque el concepto de una sede personal para nuestros personajes es atractiva, los ejemplos creados mediante "phasing" tenían bastantes errores y una vez que te aburrías del repetitivo modo de vida de la ciudadela personal de cada personaje, estas acababan desiertos.

Blizzard ha aprendido de esto y ha introducido las Órdenes de clase, áreas específicas para cada clase a las que pueden acceder los jugadores. Esto no solamente elimina el espacio que se malgastaba en lugares que acababan en el olvido, sino que contribuye a hacer más social la experiencia por la que son populares los MMO.

Los jugadores de ambas facciones podrán acceder a las Órdenes de clase, pero no se permite en estas el JcJ (de forma similar al Dalaran, la Orden de clase se considera un santuario). Las Órdenes de clase conservan algunos elementos de las Ciudadelas, como el hecho de conseguir seguidores y las misiones exclusivas para cada clase.

Blizzard ya había intentado complacer a los jugadores veteranos con Warlords of Draenor, jugando con los sentimientos de nostalgia al llevar a los jugadores de vuelta a una versión (alterada) de los orígenes de World of Warcraft. El hecho de recrear el pasado parecía al principio todo un éxito en Warlords of Draenor, hasta que los ciudadelas defectuosas y la falta de contenido hicieron que decayese este interés emergente. Por fortuna, Blizzard ha escuchado a sus fans. Dejando a un lado la vuelta al pasado, Legion parece un juego nuevo bastante fresco que incluye un montón de nuevo contenido y ofrece a la vez una buena dosis de nostalgia para aquellos que ya se habían enfrentado a la Legión Ardiente. Ante la promesa de que van a llegar muchas cosas nuevas más, nuestras expectativas son muy altas, e incluso el director de WoW, Tom Chilton, ha afirmado que hay material suficiente para, al menos, otros 10 años (cruzamos los dedos para que los Etéreos y las Dríades lleguen a ser razas jugables algún día).

Legion se esfuerza por recrear ese sentimiento de nostalgia para los fans de The Burning Crusade a la vez que mantiene un estilo de juego bastante accesible para los nuevos jugadores, e incluso puede que proporcione un mejor punto introductorio a World of Warcraft que cualquiera de las otra expansiones. No podemos negar que tenemos muchas ganas de enfrentarnos de nuevo a la Legión Ardiente después de todos estos años y de ver cómo vuelve a cobrar vida la desértica ciudad de Dalaran.

Nosotros estamos más que preparados.