Jugando con la NES Mini - impresiones

Aunque se están pre-vendiendo como churros y van a ser difíciles de encontrar estas navidades por la enorme demanda, cuando el otro día nos pasamos por el showroom de Nintendo en Madrid la consola NES Mini que pudimos ver, examinar, manosear y probar en marcha era en realidad una de las cuatro máquinas finales que había fabricadas en todo el mundo. Hasta ahora sólo se habían enseñado maquetas y prototipos, y aunque seguro que nos hartaremos de ver la maquinita por todos sitios este invierno (sobre todo en redes sociales, ya veréis), el carácter de nuestra sesión de pruebas era bastante exclusivo y hasta cierto punto ilusionante.

Es pequeña. Muy pequeña. Más de lo que te imaginabas viendo los vídeos e imágenes oficiales. Cabe literalmente en la palma de la mano, y a primera vista parece un juguete de decoración, un pisapapeles de merchandise, una miniatura para poner en tu estantería, en lugar de una consola de verdad, funcional. Y la misma sensación 'de palo' surge cuando la coges: es extremadamente ligera (así que de pisapapeles nada), casi parece que está vacía y casi duele enchufarle cables, privándola de su liviandad y atándola a unas cadenas mucho más rígidas.

Pero si fuera un artículo de decoración -y sabemos que muchos la tendrán a ese modo durante la mayor parte del tiempo- hay que decir que la calidad de la réplica la pondría a un nivel muy por encima del habitual merchandise oficial (llaveros, cajitas, muñecos y demás). Se nota el esmero y cariño con el que se ha copiado la máquina antigua en una escala perfecta, con un enorme respeto en los acabados y en las señas de identidad de aquel aparato que de pequeños todos queríamos tener en casa. Los colores son clavados, el corte de las formas es preciso y la esencia se conserva intacta en esta caja mucho más pequeña.

-Accede a la galería completa de fotos de la NES Mini-

Y qué curioso es el contraste con el mando, que lógicamente han dejado a escala natural y por tanto queda como una réplica 1:1 de aquel sistema de control que lo cambió todo con su cruceta y sus dos botones. Al lado de la NES Mini, el mando parece 'enorme', pero sienta igual de bien (y se clava lo mismo en tu palma) que hace 30 años. Si te fijas en las fotos y el primer vídeo adjunto, el mando de la NES Mini tiene casi el mismo ancho que el de la consola. ¡Vaya!

Poco más te podemos contar del exterior. Su conectividad es tan sencilla y simple como, bueno, como una NES. Por delante lleva una tapa de mentira para poner los cartuchos imaginarios en una ranura que no se puede ver. Debajo están los botones Power y Reset para encender la máquina o reiniciar los juegos (en realidad, en este caso sirve para volver al menú de inicio). Al lado, donde siempre, figuran dos puertos para conectar sendos mandos y jugar en solitario o a dobles, en esa práctica multijugador que también y tan bien popularizó la NES en su día.

Los puertos de conexión, por cuestiones de escala y de paso de compatibilidad y facilidades, son como el que llevan los mandos de Wii en el 'culo' para conectar accesorios, y esto significa que puedes enchufar tanto el mando de NES Mini que te viene de serie, como el que compres por separado para el segundo jugador, como los mandos Clásicos que usaste en Wii y quizá en Wii U a través del Wiimote. Y viceversa: los mandos de la NES Mini servirán, conectados al mando de Wii, para jugar a la Consola Virtual de tu Wii o Wii U. Rizando el rizo.

En la parte de atrás están la salida de vídeo 1080p HDMI (cuyo cable viene afortunadamente incluido) y la entrada de corriente para un cable mini USB que puedes enchufar a un puerto de otro dispositivo o directamente al enchufe de la pared mediante un adaptador AC que tengas por casa (porque no viene incluido).

Nota: en el modo Televisor Antiguo (CRT Filter) el filtro es más sutil: la imagen no tiembla ni se tambalea a los lados como en estos vídeos. Se trata de un efecto añadido por la compresión de la versión online.

Eso por fuera, para el deleite visual y la conectividad. Pero cuando pulsas Power viene lo bueno, la diversión a los mandos. Lo primero que te encuentras al encender la NES Mini es un menú principal con un diseño tan retro como claro y fácil de usar. El mosaico de píxeles y la música chiptunes de fondo no confunden para nada y siempre tienes a mano lo que necesitas. Y si dejas el menú un rato sin usar, un estupendo salvapantallas temático te va sugiriendo algunos juegos mediante guiños a sus personajes. Esos detallazos de Nintendo.

El catálogo de juegos se puede navegar a base de cruceta, pero también se puede reordenar con un solo toque al botón Select por Orden alfabético, Número de jugadores, títulos Jugados recientemente, juegos con mayor Frecuencia de uso, por Fecha de lanzamiento o por Editor del original. Si sus complejos controles y sistemas de juego te parecen demasiado complicados (es broma), o simplemente por curiosidad, también dispones de los manuales de juego.

Esta fila de la juegoteca con las carátulas aparece en el centro de la pantalla. Selecciona uno y Mario te lo pone de un salto. Por debajo, relacionado con el juego que hayas seleccionado, aparece el menú de carga de Puntos de suspensión, que son hasta cuatro partidas guardadas para restaurar en cualquier momento. Esta función también es muy fácil de usar, y seguro que sirve a muchos para pasarse por fin aquel clásico que se resistía antaño o para afrontar juegos demasiado duros o quisquillosos de una forma completamente nueva. Los más puristas no querrán ni pasar por encima de este submenú.

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Al contrario, en la parte superior de la pantalla de inicio, hay un acceso rápido a los distintos formatos de vídeo y filtros gráficos disponibles. Por defecto los juegos se ven en Resolución original (bueno, en realidad debería llamarse proporción original, porque lógicamente está reescalado a 1080p), que para quien no lo sepa significa un conjunto completamente cuadrado, con los píxeles cuadrados como en la NES. Si quieres estirarlo un poco al ratio que veía la mayoría en casa, también está disponible el formato 4:3. Finalmente, para un toque más nostálgico si cabe, queda el filtro Televisor antiguo. Este filtro, sorprendentemente, no parece metido por encima con calzador, sino que imita muy bien el resultado de una tele de tubo culona de las de toda la vida, con sus scanlines y su deformación de los sprites y la aberración cromática con cada línea.

El filtro retro está muy currado, y no nos sorprendería que se convirtiera en el preferido de los más viejos del lugar, pero lo cierto es que el modo Resolución original, y aquí va una de las grandes alegrías de la NES Mini por ahora, se ve de maravilla. Limpio, brillante, sin elementos borrosos, con los píxeles grandores como puños pero afilados como cuchillos y llenando tu pantallón. Los que vengáis de las emulaciones de Consola Virtual de Wii, Wii U e incluso 3DS notaréis la diferencia: parece la forma más bonita de ver un juego de NES hasta la fecha.

¿Y el 'input lag'? Bueno, lo cierto es que aún no podemos emitir un juicio muy preciso al respecto. Lógicamente, que exista un retardo en la acción en pantalla respecto a la pulsación de los botones siempre es una preocupación con estas emulaciones, más cuando hablamos de juegos con sistemas arcaicos que dependen mucho de la pulsación precisa y no perdonan. El problema es que la televisión empleada para las pruebas ya introducía algo de retardo, pero por otro lado para esto es bueno que los mandos estén conectados por cable y no de forma inalámbrica. Visto el enorme lag que hay en la Consola Virtual de Wii con los juegos de NES, deseamos y esperamos que aquí vaya mucho mejor (igual que pasa con los gráficos), aunque volver a la inmediatez de las teles CRT sea una utopía.

De los 30 juegos incluidos pudimos probar durante unos minutos aproximadamente una decena. ¿Son muchos o pocos? ¿Cómo es la calidad media? ¿Faltan esenciales? ¿Cubre la selección una buena variedad de géneros? También sobre esto procuraremos pronunciar un veredicto más adelante, cuando hagamos un análisis de la NES Mini para el lanzamiento tras jugar unas buenas horas a todo el contenido. Sin embargo, vaya por delante que siempre influirán mucho los gustos y los recuerdos personales, y que pese a este factor, lo cierto es que la selección parece a primera vista muy acertada, muy variada y de un tamaño amplio y manejable.

De hecho, una de las cosas bonitas de este lanzamiento, más allá de la evidente carga nostálgica para los jugadores veteranos, es su valor documental y divulgativo. Con la tontería, muchos de los que la compren -y no va a ser un artículo sólo para jugones; está claro que ya transciende al público general- van a aprender cómo nacieron muchos géneros y mecánicas, cómo se empezaron a diseñar cantidad de videojuegos modernos cuando el sector dio su segundo pasito, quizá el más importante.

Las primeras impresiones con la Nintendo Classic Mini: Nintendo Entertainment System son obviamente muy positivas. Estamos encantados con su calidad, su planteamiento y su valor, y el precio de 59,99 euros parece dar en el clavo. Cuando hayamos pasado más tiempo con ella y podamos evaluar mejor cosas como la emulación, el gancho o el equilibrio entre autenticidad y funciones modernas exigibles (por ejemplo se nos ocurre que habría triunfado un sistema de logros...), veremos hasta dónde llega la que bien puede ser la consola más vendida de estas navidades.