Análisis de Los Sims 4: Urbanitas

Mucho ha llovido desde que Los Sims sacudiera a toda la industria en el año 2000 y se convirtiera, en cierta forma, en el abanderado de lo que con el tiempo se ha denominado juego casual (en este caso arraigando los simuladores sociales), acercando los videojuegos a un público al que jamás hubiera accedido de otra forma. Con cada entrega Maxis ha perfilado su sistema de juego hasta hacerlo un simulador dinámico y que se siente realmente vivo. Hay tantas formas de plantear las partidas que no hay ningún guion prefijado sobre lo que debemos o no debemos hacer. En mi caso, de hecho, reconozco que era de los que se divertían buscando de qué forma acabar con la vida de los pobres sims quitando escaleras o tapiando habitaciones.

Es por eso que con el lanzamiento de Urbanitas, la nueva expansión del juego que lleva la aventura a la ciudad de San Myshuno, quise intentar hacer las cosas bien. Una parte de mí quería seguir explorando el lado sádico de torturar a los avatares, pero también ahondar en las posibilidades sociales que ofrece la gran urbe. Lo primero fue crearme un personaje al que caractericé como payaso (mirad las imágenes adjuntas), supongo que atraído por la nueva moda de los payasos asesinos. El mío es pacífico y entre las motivaciones a elegir le di capacidades creativas para convertirse en artista. Mudarse a San Myshuno es tan sencillo como elegir un solar vacío o un apartamento libre e instalarse, pudiendo conservar los muebles o por el contrario empezar de cero.

En este sentido, ahora los edificios se sienten más cohesionados entre sí y no son casas construidas sin orden ni concierto. Los apartamentos se han convertido en las nuevas viviendas de la ciudad y dan un enfoque más realista al título. Nada más comenzar podemos elegir en qué barrio instalarnos, si en la zona financiera o la de moda donde los pisos son más caros o, por ejemplo, en el de las especias que llama la atención por sus locales y bares. Yo decidí mudarme junto a mi hermana (generada de forma automática analizando los rasgos genéticos del personaje) a la barriada bohemia con el fin de buscar fortuna como payaso de entretenimiento.

Los azares del destino quisieron que luego solo encontrara empleos como oficinista y, en el mejor de los casos, como músico no profesional. Mi hermana tuvo más suerte y consiguió un trabajo como ayudante de escritora, lo que sirvió para que me fijara en cómo compatibilizaban sus horarios laborales con el tiempo en casa. Al principio estaban solos, pero tras mi primera visita al parque y socializar con otros sims, la afluencia de gente que pasaba por el apartamento se hacía cada vez más constante. A todo esto se suma el vivir puerta con puerta con otros vecinos a los que vemos hacer labores cotidianas como tirar la basura y con los que por supuesto interactuar.

Y aquí como en la vida real te pueden tocar todo tipo de vecinos. Es cierto que no está el que se pone con la taladradora los domingos por la mañana, pero en mis horas de juego he entablado una gran amistad con uno de ellos, también me he declarado enemigo confeso, he tenido que ir a hablar para que dejasen de hacer ruido por las noches... Hay muchas posibilidades y el resultado consigue que acabemos rezando por que los nuevos inquilinos no den mucho la lata.

No es fácil vivir en la gran ciudad. El sueldo muchas veces no llega para nada más que lo básico y los alquileres, fianzas y todo lo relacionado con amueblar el apartamento se lleva una buena parte del dinero. Si tenemos suerte y ahorramos lo suficiente podemos mudarnos a un ático, donde quizás esté el verdadero interés de las viviendas porque se asemejan a un solar y podemos construir cuanto queramos. Montar una fiesta en casa junto a una enorme piscina es un placer equiparable a cualquier lujo obsceno del ricachón de turno.

Sin embargo, las novedades más importantes están al salir de casa. Maxis ha trabajado para crear sectores diferenciados y en los que sus ciudadanos viven de forma distinta. En la zona de arte hay un lugar para hacer grafitis y un museo en el que culturizarse o forjar una relación con otra persona, pero también opciones de ocio que abarcan desde visitar puestos de comida a pasar la noche en un karaoke. Cuando nos desplazamos podemos elegir qué sims queremos que nos acompañen y es digno de elogio el esfuerzo por que la ciudad siempre aporte algo nuevo a la monotonía del día a día.

En mi primera visita por el barrio artístico antes de que me diera cuenta ya estaba sentado fumando en una cachimba junto a un niño llamado Alejandro Lápida. El apellido era un poco tétrico, sí, pero pronto fue uno más del grupo y conforme aumentaba la pandilla también crecía la sensación de que tenía que contar con ellos en cada viaje. Y quizás ese sea el mayor logro de Urbanitas, mantener la profundidad en las relaciones que tan bien exploraba Los Sims 4 pero ahora sacarla a relucir con actividades en grupo.

La gran novedad de la expansión son los festivales, con cinco en total: el mercadillo, el Festival de las Trastadas y las Carcajadas, la FrikiCon, el Festival del Curry y el Festival del Romance. Se trata de una serie de eventos en los que hay competiciones, actuaciones y mucha fiesta. Urbanitas no se entendería sin este añadido por la diversión que reporta a las partidas y sin duda es el mejor lugar para interactuar con otros. Cada uno cuenta con una ambientación diferente que asegura no estar ante situaciones repetidas al cambiar de barrio.

A lo anterior se suman las nuevas profesiones disponibles: crítico, experto en redes sociales (community manager) y político. Jamás se me ocurriría convertir a mi payaso en político (aunque seguro que alguien le votaría), pero las pruebas que hice con cada uno de estos empleos son interesantes, a pesar de que están lejos de la profundidad que tienen los de la expansión ¡A trabajar!. Como crítico podemos trabajar desde casa y según el día no siempre toca hacer lo mismo, lo que añade variedad a la fórmula. Yo opté por ganarme la vida tocando en la calle como músico, lo cual sería excelente si no fuera porque mi sim aún no ha aprendido a tocar ningún instrumento. Todas las tardes aporrea el piano que le he comprado, pero es curioso comprobar cómo a medida que mejora sus destrezas, aumenta el dinero que recibe de los viandantes.

Y hablando de mercadillos, no puedo dejar pasar por alto los 13 nuevos puestos de comida con 27 recetas creadas para la ocasión. Las hay para todos los gustos y con precios que a veces toca aceptar a regañadientes. Siempre se puede regatear si consideramos que algo está demasiado caro e incluso comprar uno de estos puestos y contratar a alguien que trabaje para nosotros.

En general, Los Sims 4: Urbanitas es una buena expansión que aporta vida y coherencia a un mundo en constante movimiento. San Myshuno es una ciudad viva en la que siempre hay cosas que hacer y personas por conocer. Quizás a nivel de mecánicas sea muy deudor del juego base y las profesiones incluidas no estén del todo trabajadas, pero los nuevos entornos aseguran horas de diversión a la fórmula.