Análisis de Dungeons 2

Dungeons 2 recrea la magia de Dungeon Keeper, el clásico que sacó Bullfrog en 1997, y te permite explorar tu lado más malvado a medida que construyes mazmorras llenas de trampas y creas infernales ejércitos de orcos y demonios. Este juego salió originalmente en 2015 para PC y ahora ha llegado a PS4 con 11 nuevos mapas, más enemigos y 30 horas adicionales de gameplay.

El Mal Absoluto disfrutaba del confort de su reclusión en las profundidades de la tenebrosa mazmorra hasta que, un día, la Alianza robó su oro y mató a sus hombres. Entonces, la ira le llevó a reunir un ejército monstruoso y a librar la guerra en la superficie. Por desgracia, los oponentes le tendieron una emboscada y lo redujeron a un espíritu. Años más tarde, el espíritu del Mal Absoluto revivió y, con el poder de su mano incorpórea, se preparó para vengarse de los responsables de su caída.

Dungeons 2 combina la clásica dinámica de juego de la gestión de mazmorras con ciertos elementos de la estrategia en tiempo real. La parte de RTS del juego se da en el mundo exterior, en donde tienes que dirigir a tu ejército de guerreros nauseabundos para hacer realidad tus sádicos deseos y destruir el imperio del enemigo. Durante el combate puedes utilizar las habilidades individuales de tus subordinados para lanzar un hechizo destructivo, desarmar las trampas o curar a los aliados heridos. Todo esto, junto con muchas otras habilidades, otorga una gran flexibilidad alas batallas y complementa el amplio abanico de estilos de gameplay.

El juego dentro de la mazmorra se desarrolla al mismo tiempo que el de la superficie, por lo que tendrás que ir alternando entre ambos mundos. Tu tarea consistirá en eliminar todos los molestos intrusos que quieran abrirse paso por tu mazmorra a la vez que te aseguras de que tu ejército enviado a la superficie está equipado para destruir a las criaturas fantásticas y a todo buen hombre que se interponga en su camino. A veces, la interacción entre las dos zonas se solapa y tendrás que curar a las tropas caídas en la mazmorra y enviar más a la superficie para fortalecer el ataque.

Dentro de la mazmorra, tendrás que forjar nuevos compartimentos en donde tus minions pueden extraer maná, mejorar las habilidades de los soldados e investigar acerca de nuevas tecnologías. Sin embargo, si no satisfaces sus necesidades o les quitas su preciado alcohol, se plantarán en la sala del trono echando chispas y alzando sus pancartas en señal de protesta por tu negligencia. Además, como parece que todos los días se cobra nómina, tendrás que asegurarte de conseguir un flujo continuo de oro que sea suficiente para cubrir sus salarios.

Para mantener el equilibrio y asegurarte de que las cosas van viento en popa en tu mazmorra, has de extraer oro, armar trampas mortales y fortificar tus fuerzas y tus instalaciones. Una de las cosas más divertidas de este juego es crear, de la nada más turbia, una mazmorra que se convierta en un próspero reino de destrucción y dolor. Sin embargo, una vez que hayas dado con la clave para construir una mazmorra eficaz, es raro que quieras cambiar tu estrategia.

Durante las 11 misiones de la campaña, te unirás a otras fuerzas del mal que te desvelarán sus secretos para construir nuevas trampas e instalaciones. El flujo constante de desbloqueos consigue variar un poco la temática de la construcción de la mazmorra, que puede llegar a ser un poco tediosa. Mediante estos desarrollos que te irás encontrando en la campaña, el juego hace que te vayas familiarizando completamente con sus herramientas, en lugar de ahogarte en contenido.

Desgraciadamente, la campaña empieza a perder fuerza en las últimas partes del juego dado que ofrece menos desbloqueos y tendrás que hacer el mismo tipo de tareas repetitivas. Defenderte de un ataque masivo en tu mazmorra o eliminar un objetivo determinado no es tan divertido la quinta vez consecutiva que lo haces. La cosa cambia un poco cuando tienes que ponerte al mando de otra facción de soldados, los demonios, aunque pronto nos recuerda a nuestra horda original, solo que en otro cuerpo.

La narración del juego viene de la mano de Kevan Brighting y es tan consciente de sí misma que te partes de risa. Además, se burla de varias franquicias de fantasía. Parece que Brighting se ha inspirado en el clásico de ciencia ficción Guía del autoestopista galáctico y también ha añadido un toque de humor del estilo de los Monty Python.

Sin embargo, esta brillante narración también puede volverse un tanto frustrante porque recibes una serie de insultos sarcásticos si te lleva demasiado tiempo completar una determinada tarea o no haces las cosas bien a la primera. Además, el narrador tampoco hace un gran trabajo en lo que a guiarte por las primeras fases del juego se refiere, dado que nunca llega a explicar completamente los controles y te deja a tu suerte para que descubras las cosas por ti mismo.

Además de la campaña, existen otros dos modos adicionales: multijugador y combate. En el modo multijugador, puedes luchar con hasta tres señores de la mazmorra por el control supremo del mundo exterior. El modo combate es un modo de juego rápido en el que puedes crear tu propia experiencia sin los objetivos de la campaña y puedes modificar los parámetros de dificultad, mapa y facción. Aunque el modo te da bastante juego y libertad para hacer lo que quieras, nosotros nos hemos cansado bastante rápido dado que pierde un poco de sentido al no ofrecer misiones.

En la actualidad no hay muchos títulos RTS para PS4, por lo que Dungeons 2 merece la pena para aquellos que tengan la consola y sean fans del género. Aunque su estructura general y sus misiones puedan parecer un tanto repetitivas en las últimas fases del juego, hay muchas cosas divertidas, la narración es para partirse de risa y la construcción de la mazmorra es increíblemente adictiva.